viernes, 26 de noviembre de 2010

La historia de los gemelos Hunahpú e Ixbalanque

El Popol Vuh es considerado la biblia de los mayas quichés. En este libro sagrado se recoge la mitología maya y se narran todos los sucesos que llevaron a la creación del hombre a través del maíz. Una de estas historías es la historia de los gemelos Hunahpú e ixbalanqué.

Los adivinos Xpiyacoc y Xmucané tienen dos gemelos, Hun (uno) Hunahpú y Vucub (siete)Hunahpú. El primero de ellos, Hun, tiene a su vez dos gemelos Hun Batz y Hun Chouen. Esto ya de por sí constituye un hecho muy mágico pues los mayas consideran el nacimiento de gemelos como un augurio religioso que recaerá sobre los nacidos convirtiéndoles en hèroes o villanos, por lo que en ocasiones se solía sacrificar a uno de los hermanos para no tener sobresaltos.

Padre, hijos y tio convivían juntos y jugaban a menudo al juego sagrado de pelota. Pero resutaba que el campo en el que jugaban quedaba justo encima del reino de ultratumba de Xibalbá, perturbando con sus gritos y golpes a los señores Carne (muerte). Estos infernales señores convocó a todos los diablos y juntos acordaron un plan para matar a los gemelos Hunahpú. Les retan a una partida de pelota en Xibalbá, pero en el camino les tienden trampas y penurias, consiguiendo someterlos en un cruce de caminos donde los hermanos se equivocan y son sacrificados, enterrándoles en la cancha de pelota del inframundo. Como señar de victoria cuelgan la cabeza de Hun Hunahpú de un árbol seco el cual renace y de el brotan calabazas. Así pasa el tiempo hasta que Xquic, una doncella del infierno pasa junto al árbol y la cabeza de Hun Hunahpú le escupe dejándola fecundándola mágicamente. De este mágico encuentro nacen los verdaderos protagonistas de la historia, los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué nacidos de la unión del mundo terrenal y de ultratumba.

Los dos hermanos vagan durante largo tiempo sin un lugar donde establecerse hasta que sus hermanastros los toman de servidores, esclavizándolos y obligándolos a cazar para ellos mientras ellos se dedican a tocar y bailar. Hartos del desprecio de sus hermanos Hunahpú e Ixbalanqué hacen subir a sus malvados hermanastros a un árbol y con poderes mágicos, con los que cuentan debido a su naturaleza, alargan el tronco hasta hacerlo subir por los aires. Los hermanastros asustados imploran ayuda a lo que Hunahpú e Ixbalanqué les dicen que se aten los taparrabos a la cintura dejando un extremo más largo. Así los gemelos Hun Batz y Hun Chouen se convierten en monos, aunque en reconocimiento a su arte pasan a engrosar la lista de deidades mayas como patrones de los artistas.

Desde ese momento Hunahpú e Ixbalanqué comienzan a superar una serie de aventuras como la que les enfrentan a Vucub Caquix, una gigantesco pájaro con aires de grandeza al que derrotan haciendo gala de unos sorprendentes poderes de regenerativos y de curación.

Así llegan los gemelos a decidir vengar la muerte de su padre y su tío y planean una elaborada venganza contra los dioses oscuras de Xibalbá. Primero aprenden a jugar a la pelota en la misma cancha que sus antepasados y provocan la ira de los señores Carne. Los señores de la muerte deciden entonces retarles a ellos también a una partida de pelota para tenderles las trampas en el camino. Pero los hermanos cuentan con dones con los que sus padres contaban y cuando llegan al fatídico cruce de caminos arrancan un pelo de su pierna que convierten en mosquito y lo envían a ver cual es el camino correcto y de paso a picar a los señores de los infiernos.

Finalmente los hermanos llegan al inframundo donde los sorprendidos hermanos Carne les retan a una partida de pelota la mañana siguiente, sin desaprovechar la noche para someterles a diversas pruebas que superan con éxito hasta que en la Casa de los murciélagos Hunahpú es decapitado por uno de estos temibles animales. Ixbalanqué entonces pide ayuda a los animales del bosque y el coatí le da un gran calabacín que al colocar sobre el cuello adopta rasgos humanos. Así se presentan ixbalanqué y su incompleto hermano al partido. Los señores Carne en una muestra de sádico humor lanzan la cabeza de Hunahpú como pelota pero Ixbalanqué le de un duro golpe y la manda más allá del campo. En ese momento, con ayuda de un conejo consiguen engañar a sus contrincantes y recuperan la cabeza de Hunahpú, que al ponérsela sobre los hombros se le acopla perfectamente. El juego continúa con la calabaza de pelota, pero esta se rompe y el juego debe ser suspendidos.

Los señores del infierno entonces les retan a una última prueba para demostrar su valentía, ante lo cual, aun sabiendo lo imposible del reto los gemelos no son capaces de rechazan por demostrar su honor y coraje. La prueba consiste en saltar un enorme foso de fuego en el cual los gemelos caen en su intento. Los señores de la muerte entonces trituran sus huesos carbonizados y los arrojan al río, pero de nuevo mágicamente las cenizas no fluyen con el agua, sino que se depositan en el lecho del río y vuelven a engendrar a los gemelos semidioses.

A los cinco días regresan al reino de Xibalbá disfrazados de ancianos hechiceros y realizan trucos resucitando animales y personas. Los maravillados hermanos Carne exigen formar parte del juego y piden ser muertos para que luego les resuciten los ancianos hechiceros. Esto resulta un tanto paradógico teniendo en cuenta que donde se desarrollan los hechos es el reino de ultratumba. Hunahpú e Ixbalanqué matan al primero de los señores y se niegan a resucitarlo, y cuando se dirigen al segundo, éste se da cuenta de los que está sucediendo y llorando implora clemencia. Entonces todos los vasallos de Xibalbá viendo la humillación a la que se somete su señor se indignan y repudian a sus oscuros reyes.

Hunahpú e Ixbalanqué revelan su identidad y someten a todos los demonios y genios del mal que les creían muertos. Los gemelos triunfantes perdonan la vida a los habitantes de Xibalbá a cambio de retirarles todos sus oscuros poderes para hacer el mal y en un alarge de necromancia se comunican con su padre y su tío prometiéndoles el respeto y veneración de las generaciones venideras.

Desde ese momento los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué se elvaron a una categoría divina convirtiéndose en el Sol y la Luna desde donde continuan iluminando a la humanidad.

Mikel

P.D: Aquí podéis encontrar el texto íntegro del Popol Vuh

miércoles, 24 de noviembre de 2010

En territorio maya

El último destino durante el breve tour por Guatemala fue la isla de Flores y las cercanas ruinas de Tikal, ambas localizadas en el extenso estado de El Petén, que casi ocupa la mitad del país. Durante horas recorrimos interminables carreteras en línea recta flanqueadas por extensos monocultivos de palma africana, papaya o banano. Estos terrenos fueron arrancados a la jungla en un área que hace cien años era prácticamente inaccesible. Ahora, colonos y empresas extranjeras favorecidos por el gobierno se reparten los suculentos dividendos de la agricultura destinada a la exportación.

Flores es una preciosa y minúscula ciudad ubicada en una pequeña isla sobre el lago de Petén-Itza y está conectada por un puente a Santa Elena, una ciudad mucho más grande y sin mayor atractivo.

Este es lugar de base de todo aquel que va a visitar las famosas ruinas de Tikal, que se encuentrar a pocos kilómetros.

Nosotros tan sólo pasamos un par de días por allá, y uno de ellos lo dedicamos en exclusiva a visitar la más grande y espectacular de todas las ciudades mayas que hemos visto.

Como íbamos un poco cortos de dinero y la entrada ya costaba lo suyo (después de recorrerte medio país, no es plan no ir a las ruinas porque cuestan un pastón...), en un principio teníamos previsto ir sin guía, pero en la furgoneta que nos llevaba a la zona arqueológica conocimos a Nacho, un madrileño que trabaja en EE.UU. y que se había tomado un año sabático para viajar y para visiar ruinas mayas, que le apasionaban. Él ya era la segunda vez que visitaba Tikal (y acababa de llegar de una excursión de 6 días por la jungla para visitar unas remotas ruinas) y esta vez iba a visitarlas en compañía de Juan, un viejo guía con el que había entablado amistad. Así que como ya lo tenía apalabrado y vio que nosotros no íbamos a pagar guía pues nos invitó a compartirlo.

Y menuda suerte la nuestra, porque la experiencia de visitar estas ruinas fue totalmente distinta. Juan se conocía de corazón toda la historia de Tikal y de los mayas en general, un verdadero apasionado del tema que se emocionaba mostrándonos lugares recónditos de Tikal y que además sabía un montón sobre la flora y la fauna de la selva, porque las ruinas de Tikal están en plena jungla. Así que de la mano de Juan conocimos los templos mayas y desciframos sus estelas, aprendiendo sobre sus distintas dinastías, guerras y períodos que pasó esta ciudad maya. Él nos habló de todo lo que albergaban aquellos templos que teníamos frente a nosotros y que no había sido revelado para evitar su degradación, incluido el enorme templo IV que con sus 640 m es considerada la construcción excavada más alta de la América Precolombina.

Estuvimos casi ocho horas paseando por esta jungla plagada de templos sin cruzarnos a casi ningún turista (estos visitan tan sólo las partes más importantes de las ruinas y sus tours vuelven pronto a Flores).

Maravillados por el mundo maya al que nos había introducido Juan y Nacho, que también era un experto en el tema, quedamos a cenar con Nacho y unas arqueólogas de la Universidad de Alicante que estaban trabajando en unas ruinas no muy alejadas de Flores. Ellas nos contaron sobre el trabajo de los arqueólogos, las distintas maneras de realizar excavaciones, sobre los saqueadores de ruinas (todas las ruinas que se excavan han sido ya saqueadas en varias veces por buscatesoros muy profesionales) y las penurias laborales de l@s arqueólog@s en España (especialmente si tu disciplina sólo se encuentra al otro lado del Atlántico)

La mañana siguiente emprendimos camino de regreso a México y para ello cogimos un bus que nos llevaría hasta la Técnica, a las orillas del río Usumacinta, que en esta parte del país delimita la frontera con México. En la aduana guatemalteca los funcionarios nos intentaron timar exigiéndonos el pago de un impuesto por el “abandono de país por vía fluvial”. Nosotros nos mantuvimos firmes porque sabíamos que este tipo de timos ocurren frecuentemente en las fronteras de Centroamérica y les exigíamos un justificante que evidentemente decían no poder otorgar. Después de discutir con dos funcionarios y bajo la amenaza de ponernos en una lista negra, conseguimos marcharnos con nuestro sello de salida y sin tener que pagar ni un quetzal. Eso sí, el tipo, muy cómicamente hizo como que introducía nuestros datos en una base de datos de morosos.

Otro suceso interesante fue descubrir que la mayor parte de los que llegamos a la frontera eran jóvenes emigrantes de Centroamérica rumbo a la frontera con EE.UU. Mientras nosotros negociábamos la tarifa con un barquero que nos llevaría a la orilla mexicana, ellos buscaban vías alternativas para poder cruzar sin tener que pasar por el puesto de migración mexicano. Nosotros les deseamos buena suerte en el difícil camino que les quedaba por delante y desde la barca les dijimos adiós.

Así acabaron nuestros días por Guatemala, una tierra que nos había encantado con sus maravillas naturales y la amabilidad de sus gentes indígenas.

Palo y Mikel

P.D: Podéis ver más fotos aquí

lunes, 22 de noviembre de 2010

El evangelismo en Guatemala

Iglesia de Dios Evangelio Completo, Asamblea de Dios, Iglesia Príncipe de Paz, Iglesias del Nazareno, Palabra de Dios... Estos son algunos de las denominaciones de las decenas de iglesias evangélicas que pueden encontrarse en cualquier rincón de Guatemala.

Desde hace ya muchos años, en especial desde que comenzó la guerra civil que sufrió Guatemala durante 36 años, las iglesias evangélicas de denominación pentecostal y neopentecostal han ido aumentando vertiginosamente sus adherentes hasta el punto que se calcula que ya prácticamente el 50% de la población guatemalteca se declara perteneciente a alguna de estas iglesias. Con 4000 pastores (contra 2000 sacerdotes) y más de 7000 templos la iglesia evangélica le ha arrebatado a la anteriormente poderosa y predominante iglesia católica una enorme cuota de poder e influencia. Esto constituye un interesante proceso de transición religiosa y cultural que merece la pena ser analizado.

En 1873 el presidente Rufino Barrios instauró en el país la libertad de culto en un intento de restarle influencia a la poderosa iglesia católica y con la intención de que la influencia protestante así como sus caridades y escuelas ayudasen a la modernización del país. Este hecho abrió la puerta a que numerosas iglesias protestantes, como la luterana, episcopal o la metodista se introdujesen en el país, aunque con el paso de los años haya sido la corriente pentecostal aquella que mayor fuerza y fieles a adquirido.

Una de las razones de este vertiginoso crecimiento se debe al agresivo proselitismo que practica esta rama evangelizadora. Su propio nombre hace referencia al suceso narrado en la biblia de que en el tiempo de Pentecostés los apóstoles recibieron el don de hablar varias lenguas como señal de su misión evangelizadora. Siguiendo este designio divino organizaciones evangélicas crearon misiones, escuelas y todo tipo de organizaciones proselitistas como el Instituto Lingüístico de Verano (ILV) que con el pretexto de traducir la Biblia a diversas lenguas indígenas, desde hace décadas ha ido adentrándose en las más remotas zonas de Guatemala (y de otras partes de América) para expandir la fe evangélica.

Pero este trabajo misionero no explica por sí sólo el fenómeno evangélico en este país. La razón más importante de su expansión debemos buscarla en los años durante la que se desarrolló el “conflicto armado interno”, que es como eufemísticamente se nombre de manera oficial a la guerra civil que asoló el país entre 1954 y 1996. Durante este sangriento periodo, que comenzó con el derrocamiento (con el apoyo de EE.UU.) del recién electo presidente Jacobo Arbenz, se han sucedido numerosos golpes de estado, dictaduras, fraudes electorales, múltiples guerrillas y grupos armados así como grupos paramilitares y sobre todo la destrucción de 440 aldeas, más de 600 masacres documentadas, 55.000 desaparecidos y 200.000 muertos (Comisión de esclarecimiento Histórico). Durante estos años los movimientos sindicales, los movimientos campesinos, los movimientos indígenas, los movimientos políticos socialdemócratas, los movimientos revolucionarios y los movimientos comunales católicos de base, todos ellos agentes de un intento de profundo cambio social, fueron progresiva y sistemáticamente perseguidos, diezmados, arrasados y masacrados. Tan sólo los movimientos sociales pentecostales o neopentecostales en Guatemala fueron los únicos permitidos.

Las corrientes pentecostales fueron una importantísima herramienta de control social que los regímenes autoritarios y genocidas de esos año no dudaron en utilizar a su favor. A raíz de la Conferencia de Obispos de Medellín del 68 en la que la iglesia latinoamericana adoptó fuertemente los preceptos de la Teología de la liberación en Latinoamérica los regímenes militares empezaron a ver a la iglesia católica y a sus catequistas como enemigos del estado importadores de una ideología comunista. En Guatemala este temor desencadenó una persecución contra organizaciones cristianas de base como Acción Católica, pero también contra algunos altos cargos de la jerarquía católica defensores de los derechos humanos, como el asesinado obispo del la Verazpaz, Juan Gerardi.

La corriente pentecostal evangélica resultaba una alternativa religiosa mucho menos incómoda para la clase dominante con intereses en perpetuar la extrema desigualdad y explotación que se vivía en el país. Como iglesia protestante, el movimiento pentecostal y neopentecostal tiene una fuerte influencia anglosajona (de hecho, estas corrientes nacieron en EE.UU. y allí se encuentran las principales sedes de las numerosas iglesias que hay en Guatemala). Implementa concepciones morales muy puritanas y estrictas, de clara disposición anti-intelectualista y de desconfianza a la razón, aunque de fácil convivencia con un régimen capitalista liberal. Pero sobre todo, se trata de una religión muy controladora en la que los lazos familiares y comunitarios tradicionales son sustituidos por lazos religiosos muy limitados (mi comunidad la constituye los feligreses de mi parroquia) que debilitan la acción colectiva y que incluso la paraliza debido al determinismo de “la voluntad de Dios” y la teoría de la salvación individual.

Calificada por muchos como una religión “refugio”, no parece muy desacertado este calificativo puesto que fue durante los años más duros de la guerra y en los lugares más castigados por las políticas de “tierra arrasada” donde el evangelismo tomó mayor fuerza. Estas iglesias representaron un refugio a la destrucción y el terror que asolaban las comunidades rurales. Una escapatoria a la aniquilación. Un remanso de paz donde poder soñar con la salvación y una vida mejor... aunque fuese en el más allá. Un lugar donde encontrar una comunidad funcional y unas redes de apoyo mutuo (escuelas, radios, clínicas de bajo coste, centros de rehabilitación, casas-hogar, etc.) prácticamente inexistentes y destruidas en las comunidades.

Sin embargo en una sociedad tan clasista como la guatemalteca los estratos más elevados y pudientes no podían permitirse una similitud, aunque sólo sea religiosa, con el resto de la sociedad guatemalteca. Por ello es que son las corrientes neopentecostales, en contraposición a las pentecostales, la que han hecho fuerte mella en las clases dominantes. Esta corriente también evangélica emparentada con las iglesias pentecostales se desmarca de ésta última en su inmovilismo social y proclama que sí es necesario transformar la sociedad para “mejorarla” aunque ello se haya traducido en programas de “limpieza social” y una guerra de exterminio contra la mayoría de la población. Para hacerse una idea de la importancia de esta corriente dentro de los estamentos militares y las élites políticas cabe destacar que el genocida general Rios Montt (que subió al poder mediante golpe de estado y lo controló con mano de hierro entre los años 82 y 83) es ordenado pastor de evangélico y hay quien habla de su sucesor, Mejía Victores como el continuador de “el Gobierno del Verbo” en alusión a la iglesia a la que pertenecen ambos. También otro golpista acusado de genocidio, Jorge Serrano Elías es miembro destacado de una congregación evangélica

Dejando a un lado las teorías sobre un plan orquestado por EE.UU. para introducir valores anglosajones en la sociedad guatemalteca que les permitiesen introducir de manera más fácil sus programas económicos liberales, está claro que los grandes promotores de esta transformación han sido las élites militares y económicas Guatemaltecas. Los responsables y beneficiarios de una de las guerras más largas y crueles de Latinoamérica siguen disfrutando de sus privilegios. El caso más delirante de como las cosas en Guatemala a pesar de los tratados de paz y de la “democratización del país” no han cambiado mucho es el del general Rios Montt. Genocida manifiesto, tras ser depuesto como dictador, fundó su propio partido: el FRG, y consiguió que su candidato ganase las elecciones presidencials de 1999 (increíblemente resultando la fuerza más votada en algunas de las poblaciones más afectadas por la guerra). Tras varios intentos consiguió que el Tribunal Supremo, (a pesar de que la constitución prohíbe presentarse a golpistas) le permitiese presentarse como candidato a la presidencia y tras su derrota se hizo con un asiento en el congreso en 2007, lo que le ha conferido inmunidad frente a los procesos judiciales que hay en su contra, tanto en su país, como en España, donde se le acusa de genocidio, torturas, desapariciones y otras “lindezas”. Su hija Zuri Mayte congresista y líder del FGR además de "digna sucesora de su padre" (también ella está acusado de organizar una violenta revuelta cuando a su padre no le permitieron presentarse como candidato) se casó con un senador republicano estadounidense y vive en EE.UU. aunque desde allí dice “trabajar por la paz y el bienestar de los guatemaltecos”.

Y si los poderosos han sido los grandes eneficiarios, los grandes perjudicados de este proceso, como siempre, son los más pobres. Aquellas comunidades que han quedado divididas debido a que han surgido nuevos conflictos religiosos. Es un patrón que se repite en muchos lugares y que ya hemos visto en algunas partes de Latinoamérica, como en las comunidades rurales del norte de Argentina, o sin ir más lejos en San Juan Chamula, cerquita de San Cristobal, donde en este caso son los evangélicos quienes han sido desplazados a la fuerza por los católicos.

Eternos conflictos religiosos que han embrutecido la historia de la humanidad. Tristemente en la mayoría de los casos la religión es utilizada como herramienta para manipular conciencias y para beneficiar y consolidar los intereses de unas élites. Ahí está el ejemplo de Guatemala.

Mikel

jueves, 18 de noviembre de 2010

Contrastes de Guatemala

El siguiente destino después de nuestros días en el lago Atitlán fue la bonita ciudad de Antigua Guatemala, llamada así porque durante muchos años fue la capital del Reino de Guatemala que comprendía a los actuales Estados de Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y el estado mexicano de Chiapas. A causa de dos graves terremotos en 1773 en los que la ciudad fue destruida se decidió trasladar la capital a un lugar más seguro, naciendo así la actual capital del país: Ciudad de Guatemala.

La belleza colonial de esta ciudad fue reconocida por la UNESCO al nombrarla Patrimonio cultural de la humanidad en 1979 y no es para menos ya que nos pareció quizás una de las ciudades coloniales más bonitas que hayamos visto. Además, en contraste con el resto de Guatemala, sus calles están limpias de basura, los coches casi no circulan por sus empedradas calles, los edificios están perfectamente restaurados y la publicidad muy limitada y discreta. También, a diferencia del resto de lugares que habíamos visto en Guatemala, la población indígena era muy reducida, y la opulencia mestiza muy visible.

Es una parada obligada para los turistas que llegan a Guatemala y nosotros no nos la queríamos perder. Otro de sus atractivos son los tres volcanes que la rodean (el volcán del Agua, el del Fuego y el Acatenango), pero sobre todo el volcán Pacaya, el cual se encuentra activo y que el pasado junio entró en erupción bloqueando gran parte de la región.

Nosotros sólo estuvimos un par de días, pero lo disfrutamos paseando por sus tranquilas y hermosas calles y gozando de esos pequeños lujos occidentales como tomar un expreso en un terraza con wi-fi. Estos breves placeres acabaron con un terrible y largo viaje de más de doce horas hasta Semuc Champey que nos devolvió a la otra realidad guatemalteca. Tres buses, un taxi, una furgoneta y una barca para recorrer unos 300 km. Todo un ejercicio de contorsionismo y paciencia.

Cuando llegamos a nuestro destino tardamos poco en irnos a dormir, al día siguiente nos esperaba un día de aventura. Nos levantamos temprano y nos fuimos a conocer las famosas pozas de Semuc Champey que en lengua maya local significa “Donde el río desaparece”. Esta maravilla es un puente de piedra natural de unos 300 metros bajo el que pasa el río Cahabón y sobre el cual se han formado una serie de pozas alimentadas por arroyos que bajan de las laderas y que adquieren preciosos colores según la época del año.

Lo primero que hicimos fue subir hasta un mirador donde pudimos apreciar la belleza de este monumento natural y luego bajamos hasta las pozas para bañarnos y saltar de una a otra como ranas. Después de un paseo por el parque llegamos al lugar de nuestra siguiente aventura: las cuevas de Ka'n Ba, donde nos adentramos en la total oscuridad de estas grutas armados tan sólo con una pequeña vela que no nos iluminaba más allá de nuestra mano. Siguiendo de cerca a Sebastián, nuestro guía, recorrimos los primeros 900m de este río subterráneo, descolgándonos por cuerdas, nadando con nuestra vela en la mano, y reptando por estrechas vías. Sin casco, casi sin luz y con un acondicionamiento de lo más precario, esta experiencia nos hizo descargar adrenalina y nos alegramos mucho cuando volvimos a ver la luz. Nuestro día de aventura acabó con unos cuantos saltos al río desde un enorme columpio y un placentero descenso del río en una cámara de camión.

Esa noche no había nadie en el hotel salvo nosotros, que nos fuimos pronto a dormir porque a las cinco de la mañana empezaba otro largo día de viaje con destino la ciudad de Flores, aunque todavía nos esperaba una última sorpresa: justo cuando nos acabábamos de dormir nos despertaron unos disparos de escopeta y al levantarnos vimos a uno de los chicos del hotel con una linterna entre la maleza gritando insultos a alguien. Y es que allí no se andan con chiquitas y cuando alguien se cuela en tu propiedad (posiblemente para robar algo en alguna habitación) no parece raro intentar darle caza como un conejo. Por suerte la noche no acabó en tragedia y todavía a la sombra de la noche pudimos emprender otro interminable viaje de más de 10h rumbo norte.

Palo y Mikel

P.D: Podéis ver más fotos de Antigua aquí y de Semuc Champey aquí

P.D: Los de la foto en la cueva no somos nosotros, así que no os molestéis en intentar reconocernos.

martes, 16 de noviembre de 2010

El 3%

En Guatemala las estadísticas dicen que menos del 3% de la población posee el 70% de la tierra arable del país.

Guatemalaes un país donde la desigualdad es extrema. Viajando por el Petén, en el norte selvático del país, uno puede recorrer durante horas plantaciones inmensas de palma africana o de papaya. Productos para la exportación en tierras arrasadas que enriquecen a menos de un 3%. En el altiplano, tierra de montañas y volcanes a donde fueron a parar los mayas que huían de los españoles y de otros genocidas mas contemporáneos, la tierra escasea y casi toda es de ese 3%, así que cada uno la saca de donde puede que viene a ser el monte. En planos imposibles milpas amarilleas como espectadores en una grada. El bosque desaparece para poder comer y calentarse, pero la naturaleza no perdona y se venga con derrumbes y corrimientos de tierras.

En el lago Atitlán, un espectacular lugar el 3% no ha perdido la oportunidad de hacerse con algunas de las mejores tierras para hacerse grandes casas a las que poder venir algunos días al año. Detras, en las laderas quedan quienes utilizan la tierra, la poca que les ha tocado, para comer y sobrevivir.

La injusticia también puede adoptar la forma de un porcentaje. En Guatemala la injusticia se expresa en ese 3%.

Mikel

P.D: Me pregunto si en las estadísticas consideran como tierra arable las sorprendentes milpas que se ven en laderas de montañas y volcanes en planos imposibles. ¿Bajarán atados de una cuerda para cosechar?

domingo, 14 de noviembre de 2010

Allá donde el agua y el fuego se juntan

En colorido Chicken bus, dando botes sin parar y mareados por las millones de curvas de la carretera que cruza el altiplano Guatemalteco, llegamos al Lago Atitlán. Un lugar del que habíamos oído hablar mucho. Muchos dicen que es unos de los lagos más bonitos del mundo, y la verdad es que al menos a nosotros nos parece el más bello de los que hemos visto. Rodeado de volcanes, a sus orillas existen una serie de pueblos muy diferentes y cada uno con su encanto. Nosotros visitamos tres, el primero de ellos llamado San Pedro la Laguna. Este es uno de los más turísticos, pero el turista que atrae no se parece al de las mansiones de varias plantas de Santa Cruz la Laguna, o la concurrida y atractiva ciudad de Panajachel. A San Pedro llegan mochileros de todo el mundo, muchos de los cuales vienen a aprender español y se quedan al menos un par de semanas jugando al billar y tomando una Gallo en uno de sus múltiples chiringuitos. Por sus estrechas calles pitan los tucs-tucs (taxis motocarro de tres ruedas) mientras l@s artesan@s y las señoras que venden zumos además de exquisitos bizcochos de banana se disputan los mejores lugares de la calle.

Tanto turismo mochilero ha desencadenado una increíble competencia de precios entre los muchos hoteles que hay, llegando al disparate de cobrar por una habitación doble con baño lo mismo que por un litro de cerveza. Nosotros encontramos una verdadera ganga donde descansar disfrutando de una habitación para nosotros solos y de unas preciosas vistas a este mágico lago. Y así pasamos un par de días dando paseos, tomándonos ricos zumos y disfrutando de las vistas así como visitando su iglesia (al menos la más grande y vistosa), que no es católica si no evangélica baptista. Un sentimiento extraño el de ver a todos esos indígenas mayas en un templo que tanto nos recordaba a los de EE.UU.

El domingo sin embargo nos fuimos a pasar el día a Chichicastenango, un pueblo muy conocido por su mercado dominical. Y no es para menos, porque este día de guardar todas las calles del pueblo amanecen repletas de puestos de artesanía, ropa y comida. Es uno de los mercados más famosos de Guatemala al que llegan cientos de turistas en busca de los souvenirs que llevar a sus familias y decorar el salón de casa. La competencia es brutal y los precios relativos.

Un lugar lleno de colores pero que cada vez se parece más a un centro comercial donde lo que se vende como artesanía está hecha en una fábrica de China. Se pueden comprar todo tipo de productos y ropa de “estilo indígena” a precios de ganga (nosotros conseguimos que nos rebajasen cosas en más de 50%) así que todo el mundo sale cargado de bolsas de plástico llenas de regalos inútiles que posiblemente se le romperán en menos de un año. Consumismo feroz que no logró atraparnos gracias que que no quisimos llevar casi dinero. Lo que sí que nos gustó mucho es un mural que había en el mercado en el que por medio de dibujos infantiles se relataba la guerra, con todas sus atrocidades, en una región donde los niños jugando mientras nos golpeaban nos gritaban: ¡soldado, soldado!. El otro atractivo de “Chichi”, como también se conoce a esta ciudad, es el ídolo llamado Pascual Ajab. Un cerro donde hay una gran roca negra por el hollín de las velas donde difícilmente se adivina las facciones de un rostro. A este sagrado cerro acuden numerosos indígenas a realizar todo tipo de ceremonias y ofrendas.La vuelta en la combi fue con un grupo de seis israelís, otros más de los muchos que nos cruzamos desde que estamos en Guatemala. Parece que irse de viaje a Latinoamérica es como un rito de despedida de su juventud que tiene la mayor parte de ell@s tras terminar su servicio militar (nada más que 3 años para ellas y 5 para ellos).

La mañana siguiente bajamos al muelle y tomamos un barca para cruzar al pequeño y místico pueblo de San Marcos la Laguna, donde nos esperaban Lucía y Ale. Este lugar ha venido atrayendo desde hace muchos años a gente atraída por su misticismo hasta el punto que hoy existen innumerables centros de curación holística, espiritualidad, yoga, meditación, y todo tipo de terapias alternativas que a veces rayan lo absurdo. Esto atrae a diversos personajes de los más curioso, como Bill o “el doctor”, un gringo que da charlas gratuitas sobre la kábala, aunque de una manera muy peculiar; o Merlín, un francés con aspecto de anacoreta y que mas que hablar parece cantar y que se dedica a trabajar el vidrio.

Todo esto ha hecho que San Marcos se haya polarizado: Por por un lado existen todos estos hoteles y centros para extranjeros (con mucho dinero) que ocupan la mayor parte del centro del pueblo y que se rodean de muros y por otro lado están los locales, que venden a precios de oro la verdura y fruta y que viven en las regiones más apartadas sin casi relación con los turistas.

Nuestra experiencia sin embargo fue algo distinta puesto que Lucía y Ale estaban al cuidado de tres perros y una casa en la ladera de la montaña. La casa al principio nos maravilló, porque aunque un tanto retirada, las vistas de la terraza eran espectaculares y el paseo para llegar era a través de las casas de un humilde barrio donde l@s niñ@s salian al paso para jugar, especialmente para que Ale, les hiciese “magia” con su bola de contact.

Pero aparte de la falta de electricidad o de lo complicado de llegar de noche, la casa escondía un gran inconveniente, y es que en este pueblo debe existir algún tipo de rivalidad entre la gran cantidad de iglesias que hay (evangélicas de todo tipo, católica, mormones...) y las misas diarias son retransmitidas a por megáfonos a todo el pueblo, creando un ambiente insoportable de seis a ocho de la tarde, especialmente si como en el caso de la casa que les habían prestado a nuestros amigos, tienes un par de iglesias bien cerca. De todos modos los amaneceres contemplando el lago desde la terraza hacían olvidar cualquier pena y le llenaban a uno de energía.

Y llenos de energía un día fuimos a la “nariz del indio”, un cerro que tiene gran parecido al perfil de un rostro humano (con nariz de indio) desde donde se pueden disfrutar de unas espectaculares vistas y otro día estuvimos venga a saltar al lago desde un mirador, hasta que Lucía se dio un tremendo culetazo y decidimos marcharnos a casa a realizar actividades menos arriesgadas.

Pero nuestro tiempo en Guatemala era limitado y todavía había muchos lugares que queríamos ver así que al cabo de dos días nos despedimos de Lucía y Ale con la esperanza de volverlos a ver antes de diciembre y tomamos de nuevo una lancha a Panajachel donde seguiríamos nuestro camino por tierra hasta la preciosa ciudad de Antigua Guatemala.

Palo y Mikel

P.D: Podéis ver más fotos del lago aquí y de Chichicastenango aquí. Además os dejamos con un pequeño video de lo que vimos en el lago.