sábado, 27 de marzo de 2010

Paz, Amor y Haight-Ashbury

Si existe una ciudad hippie por excelencia es San Francisco. En esta ciudad, además de encontrarse en el corazón de California, tierra prometida para comeflores de los años 60, se ubica el barrio de Haight-Ashbury, epicentro del “Verano del Amor”. Ubicada al oeste de la ciudad, al lado del gran parque de Golden Gate, toma su nombre de las dos calles principales que lo cruza, Haight st. y Ashbury st. Por alguna razón a mediados de los años 60 empezaron a llegar jóvenes de todo el país de pelo largo y extrañas y coloridas vestimentas, en busca de buena música, drogas y amor libre.

En este barrio confluyeron creativamente muchísimas expresiones artísticas y políticas. Musicalmente numerosas bandas transgresoras surgieron de este barrio. Jannis Joplin, con su Big Brother and the Holding Company, Jefferson Airplane o los Grateful Dead, que vivían de manera comunitaria (9 integrantes) en una casa en el 710 de la calle Ashbury. Todos eran vecinos y no era de extrañar verles tocando juntos, ensayando en la calle o amenizando alguna fiesta como las conocidas Acid Tests organizadas por Ken Kesey y que creo no hacen falta ser explicadas.

En el aspecto literario uno podía cruzarse con el poeta Allen Ginsberg, Jack Kerouac (autor de En la carretera) así como el antes mencionado Ken Kesey, autor de “Alguien voló sobre el nido del cuco” e integrante del grupo “Merry Pranksters” (Los alegres bromistas) que recorrieron el país de fiesta psicotrópica en fiesta más psicotrópica todavía en un autobús escolar psicodélicamente pintado viaje que narra Tom Wolfe en su libro “Ponche de Ácido Lisérgico”. Aunque estos autores, más relacionados con la Beat Generation que con el movimiento hippie, vivían en barrio de North Beach, se les podía ver paseando por el barrio a menudo.

En aspecto teatral, aunque todos los hippies tenían una gran debilidad por los espectáculos y llamar la atención, hay que destacar al interesante grupo de artistas teatrales llamado “The Diggers” (Los excavadores), que no sólo realizaban obras en la calle con un contenido altamente político (se consideraban anarquistas comunitaristas) sino que además editaban una revista, mantenían un comedor popular gratuito, tiendas gratuitas e incluso una clínica médica (gracias a la ayuda de los estudiantes de medicina de la facultad que se encuentra cerca). Todo mezclado con un toque de locura artística hippie-dadaista.

Por último en el plano más político habría que destacar el nacimiento del Youth International Party, moviento político nacido en 1967 de la mano del conocido líder (aunque no creo que este calificativo le gustase mucho) del movimiento contra la guerra de Vietnam y autor de “Steal this book” (roba este libro), Abbie Hoffman. Aunque el grupo nació en Nueva York, pronto la ciudad se inundó de “yippies”, como se conocían a sus miembros, que en 1968 presentaron la Pigasus, un cerdo a la presidencia de los EE.UU.

Así que con tras este repaso a algunos de los más conocidos vecinos y moradores de la zona uno puede imaginarse lo que tenía que ser dar un paseo por las calles de este barrio a finales de los años 60. Pero como si fuese un cuento Woodstock llegó y el Verano del Amor se terminó. Poco a poco el movimiento hippie fue perdiendo fuerza. Muchos se fueron a vivir al campo, otros abandonaron sus ideas más políticas y terminaron fundando exitosas empresas, a otros simplemente sus padres decidieron dejar de subvencionarles un modo de vida que no les gustaba.

Como les sucede a la mayoría de los barrios que se popularizan, Haight-Ashbury sufrió un importante proceso de gentrificación y ahora en las casas donde antes habitaban comunas de jóvenes radicales pueden verse carteles de apoyo a Obama y todoterrenos aparcados en la puerta.

Sólo quedan restos deformados del espíritu de los 60. Los hippies han dejado paso a punkismucho más grises y menos artísticos, jovencitos con camisetas teñidas de colores y braquets en los dientes y modernos en busca de ropa extraña con la que causar impresión. Las tiendas de parafernalia psicodélica y elementos para el fumador de marihuana se alternan con boutiques de moda, tiendas de recuerdos, caras tiendas de ropa de segunda mano y cafés con precios no muy populares.

Al menos todavía se escucha música en el adjunto Golden Gate Park donde los tambores todavía recuerdan a lo que fue la meca del amor libre.


Mikel

1 comentario:

  1. Jajajaja, que interstante. La foto que usan en este pagina de los Greatful Dead es de Baron Wolman de la revista Rolling Stone. Tambien, es un cliente de mi trabajo y acabamos de hacer un exhibicion de su trabajo aque. Hecho este foto en 1968, creo yo.

    Si quiere aprender mas, va a http://www.dickermanprints.com/circa1968.html or http://www.fotobaron.com/

    Va pue, hasta luego.

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