Couch Surfing es una red virtual de personas de todo el mundo que ofrecen y buscan el encuentro con otras personas a través del ofrecimiento del alojamiento o una mera quedada para conocer la ciudad o simplemente tomar un café. Sí, y todo sin que haya dinero de por medio.
Este proyecto nació en el año 2003 gracias a un estadounidense llamado Casey Fenton que lo ideó en 1999. Ese año, este estudiante sin muchos recursos encontró un billete de avión a Islandia muy barato, pero en vez de buscar hotel, envió un e-mail a 1500 direcciones de correo electrónico de la Universidad de Islandia solicitando alojamiento. Cincuenta personas le contestaron ofreciéndole un sitio donde quedarse.
Hoy en día existen ya casi dos millones de personas inscritas y 17000 nuev@s usuari@s se suman cada semana a este proyecto. Más de medio millón de personas ofrecen un alojamiento en 238 países diferentes (por poner un ejemplo, en Burundi hay 42 couch surfers) y hasta ahora, ha habido más de tres millones y medio de experiencias positivas registradas.
Es un proyecto que crece de manera exponencial en cuanto a miembros y calidad de los servicios. Convertida en una ONG, cuenta con miles de voluntari@s y unas cuantas personas contratadas que velan por el buen funcionamiento del sistema. Todo ello, financiado de manera totalmente voluntaria por sus miembros.
Porque esta comunidad va más allá de una simple web de contactos en la que cada uno pone sus datos. Cada miembro cuenta con un perfil muy detallado donde determinada información es confidencial, todas las experiencias pueden ser “evaluadas” por los participantes, existe un sistema de verificación de identidad e incluso cuenta con un sistema mediante el que puedes denunciar de manera anónima si alguien infringe los principios de este proyecto (pide dinero, busca citas...)
Muchas personas quedan escandalizadas al saber que muchas noches dormimos en casas de personas desconocidas (las ideas más descabelladas pasan por sus cabezas), pero nosotros desde un principio hemos querido apostar por esta idea que nos parece brillante. Casi una utopía hecha realidad en este mundo en el que parece que todo tiene un precio y en el que cada vez más un desconocido es un agresor en potencia en vez de un posible nuevo amigo. Y es que nos han lavado el cerebro para que ideas como esta nos parezcan una locura, pero si lo piensas tranquilamente(y sobre todo, si lo vives), es lo más natural del mundo. Algo de lo más humano.
Gracias al Couch Surfing no sólo nos hemos ahorrado dinero en alojamiento, sino que más importante, hemos conocido muchísimas personas maravillosas con las que hemos disfrutado muy buenos momentos. No hay nada como llegar a una ciudad y conocer a alguien de allá que te pueda recomendar donde ir, donde no ir, que merece la pena y que no. Llegar y tener un@ amig@ que te haga sentirte como en casa no tiene precio.
Nosotros ya hemos pasado el hogar de más de diez personas distintas: desde estudiantes universitarios hasta un jubilado de 63 años pasando por familias y profesionales solteros. Estas experiencias han sido como ventanas abiertas a diferentes realidades mexicanas, diferentes ideologías y clases sociales.
Algun@s llevan ya años viajando de este modo, otr@sprefieren viajar de la manera tradicional y tan sólo lo utilizan porque les gusta hospedar viajer@s de todo el mundo y sentir que su casa está más viva, pero tod@s tienen en común que les gusta sentirse parte de un proyecto tan bonito como este.
Nosotros seguiremos viajando de este modo, compartiendo con las personas que nos abren sus puertas gracias a esta idea que nos hecho tener un poco más de fe en la humanidad
Palo y Mikel
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